miércoles, 18 de diciembre de 2013

LIBERALIZACION DE FARMACIAS



Os dejo un artículo sobre la liberalización de farmacias escrito por el abogado Daniel Autet para el gabinete de Duran Sindreu.
Comparto totalmente sus reflexiones salvo en el último parrafo, donde desgraciadamente no soy tan optimista respecto a nuestros legisladores.


LA LIBERALIZACION DE LAS FARMACIAS.....¿O todo o nada?
 
El tiempo pasa rápido y pronto se cumplirá un año de aquel anuncio del Ministerio de Economía y competitividad acerca del inicio de la tramitación de un Anteproyecto de Ley de Servicios Profesionales entre cuyos contenidos se mencionaban cambios sustanciales en el modelo farmacéutico.
En esa presentación inicial se contenían frases tan rompedoras con el modelo actual como la que anunciaba que “se suprime la reserva exclusiva de la propiedad y titularidad de las farmacias al farmacéutico” que pusieron en alerta a más de uno y generaron falsas expectativas en otros.
En este lapso temporal, y especialmente en los primeros ocho meses de 2013, han trascendido diversos borradores del Anteproyecto que en cierto modo dejaban constancia de un tira y afloja entre las posturas liberalizadoras de Economía (muy influenciadas por la necesidad de reformas de calado impuestas por Europa) y las posturas más conservadoras de Sanidad que no veían motivo alguno para cambiar un modelo que sigue siendo un referente en lo que a la atención farmacéutica se refiere.
La aprobación por el Consejo de Ministros de la última versión del Anteproyecto de Ley, que en breve debe ser objeto de la tramitación parlamentaria, ha supuesto un auténtico descanso para las posiciones más temerosas de una liberalización como la planteada inicialmente. Y eso a pesar de que el reciente informe de la Comisión Nacional de los Valores  de la Competencia ha vuelto a incidir en  la necesidad de “una revisión en profundidad de la ordenación de la actividad de las oficinas de farmacia recogida principalmente en la Ley 16/1997 de 25 de abril, de regulación de servicio de las oficinas de farmacia”
Pero llegados a este punto quizá deberíamos plantearnos –mientras estemos a tiempo– si entre la liberalización total y el inmovilismo no puede haber cambios en el modelo que puedan servir para reforzar el sector en unos momentos tan delicados como los actuales.
No en vano, la primera (aunque en principio descartada) podría abocarnos a una reducción del nivel de calidad del acto de dispensación e información, a dificultades en el acceso al medicamento en zonas rurales o poco atractivas comercialmente y a un aumento del gasto sanitario. Asimismo, la postura inmovilista también tiene sus riesgos y lo estamos viendo en las dificultades económicas por las que atraviesan muchas boticas hasta el punto que algunas de ellas se encuentran en una situación abocada al cierre.
Es por ello que, descartando rupturas, experimentos, o auténticas revoluciones en un sector tan vinculado al derecho fundamental de la salud de los ciudadanos como es el farmacéutico, quizá sería el momento de abrir un debate sobre qué cambios realmente pueden ser beneficiosos para el modelo actual y sobre si realmente tiene sentido mantener algunas limitaciones cuando su retirada no supone alteración alguna en el nivel de calidad de la prestación farmacéutica.
En este sentido, un punto intermedio que puede ser objeto de reflexión es una reforma al estilo de la realizada en Francia. Un país tradicionalmente encuadrado en el llamado “modelo mediterráneo” pero en el que se permite que el farmacéutico desarrolle su actividad por mediación de una sociedad de ejercicio liberal y que incluso pueda invertir (limitadamente) en otras Oficinas de Farmacia para obtener sinergias. Una apertura del modelo en este sentido podría, en los momentos actuales, aumentar la capacidad de negociación de algunas farmacias, activar el estancado mercado de traspasos, mejorar la rentabilidad de la farmacia por vía de ahorros fiscales y, lo que es más importante, todo ello sin el coste sanitario o social que en cambio sí se produciría por una eventual entrada de cadenas o de capital no farmacéutico en el canal minorista.
Esperemos que el legislador esté a la altura de lo que exigen los momentos actuales y que no se desaproveche la ocasión que presenta el nuevo año en el que vamos a entrar en el que las Cortes Generales tendrán, en forma de Ley de Servicios y Colegios Profesionales, una oportunidad más para reforzar uno de los modelos más eficientes en lo que se refiere al acceso al medicamento por el ciudadano. En sus manos está, y en las nuestras la de generar el debate correspondiente

http://www.duransindreu.com/la-liberalizacion-de-las-farmacias-o-todo-o-nada/


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